Los buenos o malos momentos terminan precisamente por su condición de
"momentos", son instantes que uno no puede prolongar por más que quiera.
En el caso de los buenos momentos es justamente su condición de
efímeros lo que los hace valiosos, sabes que terminarán y debes
disfrutarlos mientras tengas la oportunidad de hacerlo, después ya no es
posible; puedes recrearlos en la memoria, pero no volver a vivirlos,
así que disfrútalos, los buenos momentos son los que hacen que tenga
sentido la vida que está llena de malos momentos.